¡Compartir es vivir!

Al fin llegó la hora. Este momento en el que se juntan la euforia por el lanzamiento de un proyecto y el pánico por lo que pueda llegar a pasar. Es tiempo de abrir de una vez y poner las máquinas a trabajar.

Primer artículo, la página está vacía, pero que el síndrome de la hoja en blanco no se apodere de nosotros. Han sido duros meses de formación, trabajo y por qué no decirlo, desesperación e impotencia algunas veces. Días sin salir de casa para que ésto pudiera adelante.

Trabajo → Proyecto → Dormir → Trabajo → Proyecto → Dormir →…

Pero al fin estamos aquí.

Y es que no me quiero dejar nada en el tintero, quiero ser transparente y que sepas todo lo que ha ocurrido. Desde que empezó todo, cómo surgió la idea, el por qué de un proyecto para personas. Voy a ir paso por paso, remarcando cada día, cada paso, cada aprendizaje.

 

Contexto vital, o mejor dicho, ¿qué hago aquí?

 

Vivimos en  la era de información, del mundo digital. Sin embargo, parece que la sociedad no ha aprendido ni avanzado desde la revolución industrial, allá por la primera mitad del siglo XIX. Seguimos trabajando como máquinas y en muchas ocasiones realizando tareas que ellas mismas pueden o podrán hacer en un corto periodo de tiempo.

¿Por qué seguimos entonces alimentando ese sistema? Sistema que en la mayoría de los casos nos exige trabajar 40 horas semanales, pasando la mitad de nuestra vida trabajando.

Para cuando queremos hacer lo que queremos, ya somos mayores, y muchas veces, esos sueños que tuvimos durante la vida no pudimos cumplirlos por la falta de tiempo.

Si pasas demasiado tiempo pensando sobre algo, nunca lo harás. Bruce Lee Clic para tuitear

Aunque ya conocía este problema, fue sólo hace unos meses, tras el ingreso en la END, cuando desperté 100%. Dejé de quejarme y pasé a la acción. Dejé de echarle la culpa a los de siempre, para centrarme en mí y en las posibilidades que estaban por descubrir para poder participar en hacer un mundo un poco mejor.

 

Mi misión, mi propósito

 

Llegaba el momento de empezar a pensar con uno mismo, de buscar ese propósito que me ayudaría a levantarme cada día con ganas y motivación suficiente para seguir adelante.

¿Cuántas veces te despiertas por la mañana con suficiente energía y motivación para irte a tu trabajo? No sé a ti, pero tras varios años esforzándome en ello, me he dado cuenta que ésto no era lo mío.

Si has leído un poco sobre mí, habrás visto que tras varios años trabajo como ingeniero en Alemania. Tengo unas condiciones de trabajo que posiblemente muchas personas querrían. La verdad que no me puedo quejar de ello, pero he llegado a la conclusión de que ésto no es lo que me hace feliz.

Había que ponerse manos a la obra y crear ese propósito. ¿Cómo hacerlo? qué mejor que encontrando nuestra razón para vivir o Ikigai.  Este término japonés trata de buscar aquello que nos traerá satisfacción y sentido a la vida. Para ello, he tomado de base los siguientes puntos:

Ikigai-grafico

  • Mis habilidades o características destacables: podría engañarme a mí mismo si respondiera ésto de mismo. Es por ello, que la mejor opción para encontrar las respuestas es preguntar a mis amigos y conocidos. Todos ellos han sido parte de este cambio en mi vida. Como resultado, se podría resumir en los siguientes puntos: divertido, trabajador y organizado.
  • Los sueños y problemas del mundo: este punto se centra en buscar esos problemas que tienen las personas a la hora de conseguir sus sueños. De nuevo, este punto tampoco trata de mí, sino de escuchar a los demás. Como resultados, se puede resumir todo en los siguientes puntos:
    • Sueños: Tener un negocio propio, tener tiempo para viajar, encontrar el equilibrio entre lo personal y lo profesional.
    • Problemas: Tiempo, dinero y organización personal.

Encontrado estos parámetros, tengo que preguntarme qué puedo hacer con ello. Buscar el denominador común. Lograr encontrar aquello que trate las necesidades de las personas por medio de mis habilidades.

Crea tu propósito en esta vida y ten un motivo al despertar Clic para tuitear

Así fue como logré crear el propósito que ha desembocado en este proyecto, Productividad Al Máximo. Un lugar donde dar a conocer y compartir con el resto de personas los mejores recursos sobre productividad personal, hábitos saludables y emprendimiento. Destinado a todas aquellas personas que tengan un objetivo o meta a la vista, donde el tiempo es el mayor obstáculo para conseguirlos.

Pero esto no termina aquí, aún había que trabajar mucho más en esta idea antes de empezar siquiera a hacerla válida.

 

Implementación del empleo

 

Antes de lanzarme sin seguir ninguna estrategia, tenía que estudiar primero cómo llevar a cabo esta idea.

De nada servía empezar a trabajar si ni no tenía claro a qué personas iba a dirigirme o si existía un mercado en la actualidad.

¿Conoces el dicho “quien mucho abarca, poco aprieta»? Eso es exactamente lo que había que evitar.

Muchas personas creen que si amplias el rango de acción, más personas llegarán a conocer y contratar tus servicios. Ésto no sólo te lleva a error, sino que muchas veces te perjudica. La realidad es muy distinta, y te pondré un simple ejemplo para aclararlo.

Supongamos (esperemos que no) que tienes una dolencia en el pecho que resulta ser un fallo de corazón y hay que operar. ¿Quién quieres que te trate?

  1. El médico de cabecera
  2. El cardiólogo de planta
  3. El cirujano general
  4. El especialista en corazones que ha operado 209434 veces

No sé tú, pero con estas cosas yo no me la juego. Mi respuesta sería la cuarta.

Con ésto quiero decir, que tuve que buscar bien ese nicho al que dedicarme. No lanzarme a hablar y escribir sobre productividad general para todos los públicos. Obviamente, habrá mucho contenido que sea genérico y todo el mundo pueda aplicar, pero yo necesitaba cerrar el cerco un poco más.

Qué mejor que dedicarme a lo que incluso yo mismo he vivido. A esas personas que tienen un trabajo fijo, que les deja muy poco tiempo para poder llevar a cabo ese emprendimiento con el que sueñan desde hace tanto tiempo. Esas personas que no saben por dónde empezar.

 

Conocerme a mí mismo. Mi matriz DAFO

 

Estamos en el punto en el que ya sé lo que quiero hacer y a quién me voy a dirigir. Pero aún queda mucho por hacer. Tendré que hacer un estudio a mi persona. Ver cuáles son mis debilidades, las amenazas que me rodean, mis fortalezas y las oportunidades que puedo encontrar en ello. Todo ello es lo que conseguimos realizando lo que se denomina una matriz DAFO.

matriz-dafo

Todo es muy bonito cuando estás motivado por la novedad, por las ganas de cambio, conocer tus pasiones y talentos. Pero es importante conocer también ese lado oscuro que tenemos. Hay que conseguir controlarlo y conseguir darle la vuelta a la tortilla. Conociendo esas debilidades y amenazas, se podrán evitar errores y trazar un camino de acción por medio de las oportunidades y fortalezas.

Mi caso particular podría resumirse en los siguientes puntos:

  • DA (Debilidades – Amenazas): La falta de experiencia profesional en el tema y el miedo al fracaso puede jugarte una mala pasada. Para sobrepasar ese obstáculo, qué mejor que seguir formándome día a día y aprender de las personas que ya lo han conseguido. Por otro lado, el hecho de tener poco tiempo disponible para dedicarle a lo que realmente quiero hacer, me obliga a planificar lo más importante del día, mes y año. Perder el foco no es una opción.
  • DO (Debilidades – Oportunidades): Aquí se puede jugar esa falta de experiencia con la fuerte motivación. El hecho de aprender algo nuevo cada día me da las fuerzas suficientes para no tirar la toalla.
  • FO (Fortalezas – Oportunidades): Estoy convencido que con paciencia y a través de la formación continua, conseguiré alcanzar mis metas. Sentirme ocupado con tareas que están en la hoja de ruta, hacen que me sienta realizado.
  • FA (Fortalezas – Amenazas): Quitar de mi cabeza el fracaso, luchando con mis creencias limitantes. Al ser paciente, entiendo que no abandonaré si el proceso dura mucho tiempo. Los que me conocen saben que soy un “culo inquieto”. Hacer ver que ésto es una cosa más que forma parte de mi proceso de crecimiento personal.

 

La propuesta única de valor o la importancia de la hiperespecialización

 

Hasta ahora te he contado temas, en la mayoría que tienen que ver con mi personalidad, con mi interior. Ejercicios que he tenido que trabajar y repasar varias veces para realmente saber que ésto es lo que quiero hacer y que no habrá nada que lo impida.

Tenía que definir bien y por escrito mi propuesta única de valor. Hablamos de encontrar aquello que realmente te hace único. Aquella razón por la que no tendrás que preocuparte por la competencia, ya que tú estás aportando algo que nadie más podrá. Ésta razón tiene que quedar muy clara.

Me han enseñado a no vender un qué o un cómo, sino a exponer un por qué y un para qué. En otras palabras: pensar ir siempre del punto A (problema) al punto B (solución). Esa propuesta única de valor será la transformación que se produce de A a B.

El tiempo es un factor que tiene que correr a nuestro favor. Depende de nosotros sacarle el máximo partido sin ser esclavos de él. Clic para tuitear

Aquí crearemos y publicaremos contenidos sobre la organización y planificación del tiempo, así como herramientas que te ayuden a solventar el problema.

En resumen, un lugar donde encontrar recursos y servicios que poco a poco te llevarán a alcanzar un control total de tu tiempo para así dedicarlo a lo que realmente amas.

 

Ahora sí, ¿cómo saber si mi idea era válida?

 

Ya están todas las ideas claras. Sé lo que me gusta, lo que se me da bien, las necesidades de las personas, mis fortalezas y debilidades, cómo me voy a diferenciar a través de mi propuesta única de valor.

idea-mano

¿Qué toca ahora? Ahora sí, veamos si esta idea es válida o no.

¿Cómo hacemos esto? Pues habrá que ver si se cumplen una serie de puntos que comento a continuación:

  • DemandaSe trata de ver simplemente si el mercado está creado. Es decir, ¿hay gente que esté interesada por esto de la productividad?
    La respuesta es sí. Existen bastantes blogs, webs y revistas digitales en español y lo que es mejor, en inglés. Sobre ellos hablaré más adelante, pero por ahora, sólo hace falta saber que existen.
  • CompetenciaA diferencia de lo que se suele pensar, la competencia es buena. ¿Por qué?, porque significa que el mercado ya está creado y no tienes que trabajar en crearlo. Obviamente, hay que buscar un punto intermedio y no entrar en un mercado saturado. ¿Cómo hacerlo? De nuevo, la búsqueda de la hiperespecialización y ese micro nicho. Hablar a esas personas con un problema en particular. Aquí entra mi propuesta única de valor: ayudar a esos nuevos emprendedores a que saquen adelante sus proyectos al mismo tiempo que trabajan en su trabajo fijo.
  • EmularY cuidado, no confundir con copiar. Se trata simplemente de ver qué es lo que ya funciona, buscar esos problemas más demandados que las personas comparten y comentan. Es muy importante tener a esos referentes que ya hablan de esos temas y no tratarlos como una competencia que te va a quitar trabajo, sino como colaboradores de esta era digital que se está creando.
  • ContenidoPoco voy a comentar de este punto. Antes de ponerse uno a escribir como un loco sobre los problemas más típicos que se encuentran en este tipo de colectivo, habrá que ver realmente si hay de lo que hablar. De nada sirve estar dos o tres meses escribiendo y luego haber acabado con todos los problemas.
  • CredibilidadJamás engañar, tan simple como eso. Sólo hay que posicionarse como lo que soy, un mero aprendiz de la temática con muchas ganas de aprender y compartir todo aquello que rodea al mundo de la productividad, desde mi propia experiencia y ofreciendo mi punto de vista.
  • DineroUn tema que no hay que dejar de lado. Hay que preguntarse si esos referentes que hemos nombrado antes están viviendo de ello. Echando un ojo por ahí, se pueden encontrar a varias personas que monetizan sus proyectos a través de diferentes vías. Desde consultorías personalizadas, cursos, escuelas, conferencias o seminarios. Las posibilidades son infinitas.
  • DiversiónSin duda, la que considero más importante de todas. Hay que disfrutar del camino. Si te matas a trabajar para crear algo con lo que no te diviertes, puedes ir apagando. Siempre habrá tareas puntuales que no te apasionen hacer, pero un alto porcentaje de lo que hagas debe hacer que te diviertas al mismo tiempo que trabajas. Hay que hacer de tu hobby tu profesión. Ahora mismo, no hay forma de medir la pasión con la que voy trazando mi camino hacia mi sueño.

 

Primeras peleas creando un blog. ¿Miedo? Nunca

 

En este punto ya tenía todo lo necesario para empezar. Sé lo que quiero hacer, cómo lo quiero hacer y para quién lo quiero hacer. Todo es muy bonito, pero ahora toca llevar todo este cúmulo de ideas a la práctica, hacerlo visible y tangible.

Como hemos dicho, estamos en la era digital, en la era de la información. Un sin fin de contenido al alcance de cualquiera y que hace que la creación de un sitio como éste no sea una pesadilla.

No quiero decir que sea un camino de rosas. Empiezas dándole vueltas a cómo vas a llamar al proyecto y dónde se va hospedar tu web (tu trocito privado de internet). Sigues la lucha con todo ese mundo de secciones de una web, de las entradas, de los comentarios, que si este formato no me gusta o esta foto no termina de alinearse bien.

Por bien o por mal, nadie nace sabiendo, pero todo el mundo puede terminar aprendiendo. Soy de los de la opinión que la formación continua es uno de los pilares fundamentales en el transcurso de la vida. Creo que me aburriría si no aprendiera algo nuevo de forma periódica.

 

Conclusión y el principio de una nueva vida

 

Esto es un reto, el paso a una vida mejor. Nada va a llegar a corto plazo. Hay que seguir sudando. Pero esto no es nada nuevo. En la vida estamos en una fase beta (de prueba, error y mejora) constante.

Cada día somos mejores. Hacemos de cada fracaso o error un nuevo aprendizaje.  

Por fin ha llegado el día, y después de varios meses quitamos el freno de mano.

Y no se me ocurre mejor forma de terminar este primer artículo que dando las GRACIAS.

Gracias a todas las personas que han estado ahí: amigos, familia, compañeros de formación. Incluso a esas personas que te intentan desacreditar y tachan de loco por querer ir a contracorriente. También habéis ayudado a que ésto salga adelante. Solamente espero poder demostrar lo contrario a medida que pasa el tiempo.

Espero que este artículo, junto con lo que cuento por aquí, ayude a despejar todas las dudas de la creación de este lugar.

¿Tienes más dudas? ¿Preguntas? ¿Algo que añadir? Cuéntamelo en los comentarios, estoy aquí para ti 🙂

¡Un fuerte abrazo!

 

¡Compartir es vivir!