Para cambiar tu vida necesitas cambiar tus prioridades – Mark Twain
Si alguien te pregunta cuáles son tus prioridades en la vida, es probable que le contestes con las respuestas típicas. Familia. Salud. Trabajo. Espiritualidad. Tal vez los amigos, viajar o las aficiones también aparezcan en tu lista.
La verdad es que a todos nos gusta decir que priorizamos ciertas cosas, cosas que en el fondo creemos que son importantes, pero ¿cuántos de nosotros estructuramos nuestra vida diaria para reflejar esas prioridades?
Tomar una decisión consciente sobre cuál es la vida que queremos vivir, a menudo significa analizar detenidamente la forma en que gastamos nuestro tiempo, dinero y energía.
Para ello, es necesario una profunda autorreflexión sobre nuestras verdades y comportamientos personales. Y también algunos cambios importantes para alinear nuestra vida diaria con las cosas en las que decimos que creemos.
La verdadera felicidad requiere honestidad brutal, sobre todo con nosotros mismos, y examinar la forma en la que hemos estado viviendo y contrastarla con la forma en la que nos gustaría vivir.
Seguramente, muchas veces te sientes bombardeado con las tareas diarias. Quizás por la noche, antes de dormir, piensas en todas las cosas que harás al día siguiente con una vívida imaginación sobre cómo se deberían hacer. Pero en la realidad, a veces surgen problemas inesperados, y los planes que has pensado la noche anterior se tuercen y pierdes el rumbo.
Si quieres aprender a establecer tus prioridades y tener una vida más alineada a tus valores, y sobre todo ser más feliz, este artículo te interesa.
Prioriza tu vida haciéndote dos simples preguntas
Para establecer prioridades en tu vida puedes empezar por preguntarte qué es lo que realmente deseas y cuáles son los obstáculos en tu camino para lograrlo.
Estas dos preguntas realmente llegan al quid de la cuestión, porque te piden que seas directo y honesto. Te empujan a abrir el diálogo contigo mismo sobre tus deseos más profundos y los hábitos que pueden estar bloqueando tu camino. Estas simples preguntas son todo lo que necesitas para comenzar a determinar qué es prioritario en tu vida. El resto, depende completamente de ti.
Todos sabemos, en un nivel profundo, qué cosas son realmente importantes para nosotros al final del día, y qué cosas nos iluminan por dentro.
También somos muy buenos para derivar en los peores escenarios y permitir que nuestros temores nos mantengan estancados, haciendo que cada año lo pases en piloto automático, hasta que un día, una situación inesperada te devuelve a tu eje y te obliga a reflexionar sobre tus prioridades.
Pero, ¿qué pasaría si pudieras aclararlas de forma consciente hoy mismo? ¿Qué sucedería si pudieras decidir ahora qué tipo de vida quieres vivir y dar el salto a una existencia más alineada con lo que quieres realmente en tu vida?
¿Cuál es la diferencia entre valores, objetivos y prioridades?
Si en estos momentos estás pensando que te gustaría pasar más tiempo de calidad con tus hijos o con tu pareja, ésta puede ser la llamada de atención que necesitas para optimizar el tiempo que llevas revisando tus correos electrónicos, limitar el uso de tu móvil o reducir las horas que le dedicas al trabajo.
Ser claro en la definición de qué es lo importante para ti, qué es lo que valoras más, es clave para establecer prioridades significativas.
Los valores que tienes te impulsan a actuar de una determinada manera, porque forman parte de tus creencias, determinan tus conductas y expresan tus intereses y sentimientos.
Para empezar, conecta aquello que es más importante para ti con los grandes objetivos que te has propuesto alcanzar. Las prioridades que establezcas tienen que alinearse con esa manera en que cómo deseas vivir y compartir experiencias con quienes te rodean, es decir con tus valores, para que puedas encontrar un sentido de propósito y logro. Esto va a significar determinar cuáles son las acciones necesarias para vivir alineado a tus valores.
Prioridades versus tiempo: una lucha constante
¿Sientes que nunca hay tiempo suficiente? ¿Te sientes abrumado por todos tus compromisos y te preguntas cómo los encajarás en tu calendario?
Sí, a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar. Sé por experiencia personal que puede ser muy estresante cuando intentas administrar tu tiempo entre un trabajo exigente, tus estudios y la vida personal. Pero está bien. Ésta no es una situación permanente… si aprendemos a tomar el control.
El primer paso es reconocer que estamos a cargo de nuestro tiempo y actividades diarias.
Entonces, por ejemplo, cuando decimos que no tenemos tiempo para seguir formándonos, lo que realmente estamos diciendo es: «Elijo no seguir aprendiendo en este momento porque otras cosas son más importantes para mí». Siempre se trata de elecciones.
5 claves para aprender a administrar tu tiempo
Todos tenemos tiempo para hacer lo que es más importante para nosotros. Es solo una cuestión de definir cuáles son esas prioridades.

Aprender a establecer prioridades: organiza tu día y planifica tus horas para no perder de vista tu foco
Para ayudarte con esto, te dejo cinco claves para administrar tanto tu tiempo como las cosas prioritarias en tu vida:
1. Determina qué es lo más importante en tu vida.
Identificar esas actividades que QUIERES hacer en lugar de aquellas que sientes que TIENES que hacer, te va a guiar a la hora de tomar decisiones.
Por ejemplo, si para ti lo más importante es pasar más tiempo con tu familia, tus esfuerzos no irán encaminados a buscar un trabajo en el que te pases más de diez horas trabajando. Solo tú puedes saber lo importante, aquí no hay respuestas buenas ni malas.
2. Mantén un “archivo de motivaciones”.
Recuerda que la motivación es el principal impulso que nos lleva a accionar cuando nos planteamos unos objetivos determinados, con el fin de lograr una meta que nos hemos fijado.
Puedes crear un archivo en el que agrupes todas esas razones por las que estés haciendo ciertas cosas en primer lugar. Puedes consultarlo cuando te sientas frustrado o abrumado.
Si para ti es complicado mantener o aumentar tu fuerza de voluntad, aquí tienes un artículo que escribí hace tiempo que puede ayudarte.
3. Controla aquello a lo que le das entrada en tu vida.
Construir hábitos se basa en la transformación de tu entorno. Si tu entorno está libre de distracciones y utilizas las técnicas adecuadas, serás mucho más productivo. Si tu entorno está lleno de distracciones e interrupciones, no lograrás nada.
Con esto, me refiero a deshacerte de las distracciones; por ejemplo, solo porque alguien quiera algo de ti, como tu tiempo o tu atención, no significa que tengas que dejar de hacer tus tareas y dar una respuesta inmediata. Muchas personas suelen hacer esto con las notificaciones del móvil, ¿te pasa a ti también?
4. Programa tu día y crea una rutina.
Intenta programar las actividades de tu día a día por horarios y no por listas de cosas por hacer. No es suficiente con solo hacer una lista, hacerla es solo el primer paso. La parte más importante es asignarles un tiempo en tu calendario, sino se convierte en una lista de buenos deseos.
Con respecto a la rutina, no creo que exista una rutina ideal para todo el mundo, al igual que no existe la hora perfecta para levantarse. Creo que debes buscar desarrollar aquellos hábitos que te ayuden a sentirte mejor. Y además, tienes que diseñar tu propia rutina en base a sus actividades, obligaciones y preferencias.
No es lo mismo la rutina de una madre con dos niños que debe dejar en el cole e ir a trabajar, que una mujer que vive sola, trabaja desde su casa y se forma por las noches.
5. Ten una “reunión de estrategia” contigo mismo cada semana.
Repasa las tareas en las que estuviste trabajando la semana anterior.
Escribe lo que salió bien y lo que te sigue estresando:
- ¿Puedes hacer más de lo que te funciona bien?
- ¿Qué medidas puedes tomar para aliviar que el estrés no continúe la próxima semana?
Establece algunos objetivos para la próxima semana:
- ¿Cuáles son las prioridades?
- ¿Qué vas a hacer y cuándo?
Comienza cada nueva semana sabiendo exactamente lo que debes hacer.
La gestión del tiempo es difícil y no es algo que se domine de la noche a la mañana, pero descubrirás que mejoras mucho más al establecer prioridades en tu día a día.
Cómo gestionar tus prioridades para ser más productivo
Seguramente te preguntarás, ¿cómo puede una persona priorizar y ser más productiva al mismo tiempo? Bueno, justamente dar forma a tu vida depende de cuánto aprendas a gestionarla.
Autogestionarse significa estar a cargo o controlar las cosas que deben hacerse con el tiempo. Esto significa que una persona tiene la voluntad y el control para lograr el resultado deseado si se aplica la autogestión.
Según Peter Drucker, en su libro Gestión de uno mismo, el éxito depende de nosotros mismos, de la capacidad que tengamos para saber desarrollarnos, y para ello es necesario autoanalizarse, para poder definir la estrategia que utilizaremos para alcanzar ese éxito.
El tiempo es esencial para hacer que la autogestión sea más alcanzable. Además, si una persona no posee ciertas cualidades, y no se propone desarrollarlas, difícilmente aprenda a gestionar su vida.
¿Qué capacidades deberías desarrollar para aprender a autogestionar tu vida de forma exitosa?
Algunas de las cualidades para tener éxito en la autogestión son:
- Ser organizado.
Uno no puede permitirse el lujo de ser desorganizado sabiendo que las tareas se van acumulando y que lo persiguen los plazos de entregas. Hay que aprender a trabajar de manera inteligente. - Ser analítico.
Ser analítico es útil porque te va a permitir redirigir la dirección sin sacrificar el proceso paso a paso. - Saber mantener la calma.
Muchas veces las personas no se estresan por una situación, sino más bien por la forma que toma su reacción frente a una situación. - Saber accionar orientando esas acciones a objetivos establecidos.
Es difícil continuar en la vida sin claridad sobre qué lograr y sin saber el propósito de lograrlos. Conocer las razones sobre por qué quieres hacer lo que haces aumentará tu motivación.
La importancia de decir que no: define qué merece la pena
Te hago una simple pregunta.
¿Por qué te sientes culpable de decir que “no” cuando haces algo que te ayuda a fortalecer tus valores y mejorar tu vida?
A todos nos ha sucedido. Aparece en tu bandeja de entrada un nuevo correo electrónico (o en tu móvil un nuevo mensaje de whatsapp) y es de un compañero de trabajo, vecino, amigo o incluso un extraño que te pide tu tiempo y ayuda. Tu calendario está que arde, pero tal vez podrías simplemente apretar tu agenda, perderte una clase de tu entreno o llegar a casa un poco más tarde.
Podrías decir «sí» y hacer que funcione, pero lo que realmente quieres decir es «no». Entonces, ¿cómo dices que no sin dañar esa relación? No quieres ser egoísta o decepcionar a nadie. Pero convengamos que ese tiempo para ti o tu familia es lo que has esperado toda la semana.
Yo mismo he estado en esa situación muchas veces, y me he dado cuenta de lo que significa: un estrés innecesario. Pero cuando aprendes a ser consciente y selectivo a lo que dices sí, puedes decir sí a las cosas que realmente quieres hacer.
Todo es un costo de oportunidad, que requiere que renunciemos a una cosa para hacer otra. Y la parte más sorprendente de practicar decir que no, es que la mayoría de la gente…lo entiende. Cuando te cuidas, puedes cuidar mejor a los demás y ellos lo respetan.
Pero analicemos el arte de decir «no». ¿Por qué tienes miedo de decir que no? ¿Decepción? ¿Culpa? ¿Para demostrar que eres solidario? Lo entiendo. A menudo decimos que sí para demostrar que somos confiables y capaces.
No digo que no debamos continuar haciendo cosas por los demás y decir que «sí». Porque decir que sí puede abrir oportunidades, nuevas amistades y muchas cosas geniales, pero, ¿qué sucede cuando entra en conflicto con nuestras prioridades?
Sean cuales sean tus prioridades, ten confianza en ellas y la gente las respetará. Si no lo hacen, no son el tipo de personas que te gustaría tener cerca, ¿no crees?
La paradoja «todo es importante»: hábitos que te ayudarán a priorizar aspectos en tu vida
La mayoría de los grandes cambios requerirán que hagas un esfuerzo constante durante un largo período de tiempo. Calcula qué hábitos diarios te llevarán a tus objetivos y priorízalos en tu calendario.
Los pequeños hábitos, seguidos constantemente a lo largo del tiempo, son los peldaños para alcanzar grandes objetivos. Cada vez que completas un hábito diario, el cerebro libera dopamina, y ésta nos hace sentir bien. Cuando tu cerebro recibe un golpe de este neurotransmisor es gratificante, por eso querrá que se repita el comportamiento asociado. Y con el tiempo, esos hábitos repetidos conducen a grandes transformaciones.
7 hábitos que te conducirán a grandes cambios en tu vida
- Mejora tu salud física haciendo ejercicio constantemente, alimentándote de forma saludable y priorizando tu descanso.
- Construye relaciones significativas a largo plazo con personas que agreguen valor a tu vida.
- Practica diariamente la gratitud por lo que ya está presente en tu vida, permitiéndote apreciar las pequeñas cosas.
- Encuentra un equilibrio entre tus rutinas laborales y personales.
- Aprende de tus inevitables fracasos para que puedas seguir creciendo como persona y profesional.
- Si puedes, viaja y pasa tiempo en la naturaleza. Si no quieres perder la productividad viajando, te recomiendo echar un vistazo a este artículo.
- Practica la falta de apego a ideas, planes y expectativas: aprende que la flexibilidad crea adaptabilidad, lo que genera felicidad y mantiene el éxito.
Además, te dejo una lista con 10 hábitos en detalle a implementar para mejorar tu día a día.
Conclusión
Cuando aprendes a priorizar en tu vida, puedes concentrarse con intención en lo que realmente importa y lograr tus objetivos más importantes.
Las prioridades son complicadas. Hay cosas que realmente deseas priorizar al comienzo de cada año, como pasar más tiempo con la familia, realizar un proyecto que te apasiona o iniciar un negocio. Y hay cosas que debes priorizar, como cuidar a tus hijos, familiares o ir a trabajar.
Luego están todas las distracciones que se interponen en el camino para lograr lo que realmente quieres. Un trabajo bien remunerado parece demasiado bueno para dejarlo pasar, incluso si eso significa pasar menos tiempo en casa. Las actividades del día a día, como responder correos electrónicos, hacer gestiones o pasar el rato en las redes sociales, consumen más tiempo del que te gustaría.
Además, cuando aprendes a gestionar las cosas que son importantes para ti, puedes poner tus acciones alineadas con tus valores. Así podrás comprometerte con tus objetivos a largo plazo y construir la vida que deseas.
Prueba algunos de estos enfoques para comenzar a poner tus prioridades primero, incluso cuando surjan distracciones en tu vida, y ya me cuentas si te funciona aprender a decir que no.
Dime, ¿te cuesta decir que no y establecer lo que realmente es importante en tu vida? Te leo en los comentarios.
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